Archivo recuperado. 24 de octubre de 2012
Aprecio
su artículo que expresa buena voluntad. Sin embargo, responde al punto
de vista micro (el de los ciudadanos en su individualidad). Pero no es
suficiente. Falta el punto de vista macro, que compete al gobierno
municipal y departamental, a través de políticas públicas en las que
debe integrar tres sectores fundamentales: educación, cultura y
civilidad, para reconstruir el imaginario colectivo, que está
complétamente fracturado ante las nuevas condiciones que vive popayán,
desde el terremoto y la vigencia de la nueva constitución. ¿Cómo
hacerlo? He ahí el problema, porque es necesaria una visión de ciudad;
así como se decía de Roma que era una Idea, Popayán, de igual modo, fue
una Idea, acendrada en el imaginario colectivo, y debe seguir siéndolo,
reinventada, quizá, con nuevos elementos de la contemporaneridad, pero
sin perder el sustrato de ciudad culta, universitaria, intelectual,
literaria, científica, de valores altruistas, etc., con tradiciones
pero, también, con novedades para ofrecer. Popayán hoy está caída, como
consecuencia de tantas visiones de sujetos no elevados a su status
histórico; sujetos que proyectan en el ejercicio político,
administrativo y profesional una pobreza de espíritu en función de la
ciudad como sujeto colectivo. Esto, sin duda, lo debemos al régimen
contratista que politizó, en sentido clientelista, el ejercicio público
hasta el tuétano. El descrédito institucional, ya presente desde tiempo
atrás, no ha sido ejemplo para la sociedad; la administración
gubernametal arrastra el estigma de la desconfianza. He ahí la
explicación de la falta de apoyo a cualquier iniciativa respecto al
aumento de la carga impositiva y al endeudamiento. En cambio, sígale la
pista a la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, que hace maravillas
allá, con la confianza pública que ha ganado, según entrevista de Jamit
Amat en CM&.
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