miércoles, 19 de diciembre de 2012

Archivo recuperado. 24 de octubre de 2012

Aprecio su artículo que expresa buena voluntad. Sin embargo, responde al punto de vista micro (el de los ciudadanos en su individualidad). Pero no es suficiente. Falta el punto de vista macro, que compete al gobierno municipal y departamental, a través de  políticas públicas en las que debe integrar tres sectores fundamentales: educación, cultura y civilidad, para reconstruir el imaginario colectivo, que está complétamente fracturado ante las nuevas condiciones que vive popayán, desde el terremoto y la vigencia de la nueva constitución. ¿Cómo hacerlo? He ahí el problema, porque es necesaria una visión de ciudad; así como se decía de Roma que era una Idea, Popayán, de igual modo, fue una Idea, acendrada en el imaginario colectivo, y debe seguir siéndolo, reinventada, quizá, con nuevos elementos de la contemporaneridad, pero sin perder el sustrato de ciudad culta, universitaria, intelectual, literaria, científica, de valores altruistas, etc., con tradiciones pero, también, con novedades para ofrecer. Popayán hoy está caída, como consecuencia de tantas visiones de sujetos no elevados a su status histórico; sujetos que proyectan en el ejercicio político, administrativo y profesional una pobreza de espíritu en función de la ciudad como sujeto colectivo. Esto, sin duda, lo debemos al régimen contratista que politizó, en sentido clientelista, el ejercicio público hasta el tuétano. El descrédito institucional, ya presente desde tiempo atrás, no ha sido ejemplo para la sociedad; la administración gubernametal arrastra el estigma de la desconfianza. He ahí la explicación de la falta de apoyo a cualquier iniciativa respecto al aumento de la carga impositiva y al endeudamiento. En cambio, sígale la pista a la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, que hace maravillas allá, con la confianza pública que ha ganado, según entrevista de Jamit Amat en CM&.

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