domingo, 26 de octubre de 2014

Felicitaciones con un abrazo desde los más profundo del corazón, donde siempre ha estado intacto en nuestros afectos.


Lo dijimos en una ocasión, a propósito de una foto en la que aparece  nuestro virtuoso chelista Santiago Cañón Valencia: "De los Valencia en Popayán, quedan los VALENCIA. ¡Vivan los VALENCIA! con mi amigo Rodrigo, el PINTOR, a quien incluyo en la foto. ¡Bravo! 


Conocemos la obra pictórica, poética y narrativa de nuestro amigo Rodrigo; es abrumadoramente hermosa y significativa en el contexto de la cultura universal. Desafortunadamente, y me atrevo a decir, por quedarse en Popayán, de donde no ha salió "nunca", como el filósofo Kant quien hizo también  de konigsberg el mundo entero, su obra y su nombre se quedaron sólo para la admiración de los payaneses. ¿Qué le faltó a este hombre para triunfar en Colombia y en el mundo con su grandioso talento? A más de lo dicho, quizá por un exceso de Antigüedad, Edad Media y Renacimiento; es decir, por un desfase histórico, además de su indefinible misticismo (conocemos su tentativa de reescribir los Evangelios). 


Así como ha tenido mucho tiempo para saborear la admiración local, también ha sufrido el fracaso económico de su pintura, en un medio pobre como el de la Popayán actual, hasta el punto de haber tomado la determinación de abandonarla, tentado a llenar el vacío con la escritura, otra de sus viejas pasiones, que ahora pareciera haberse apoderado completamente de él, porque en menos de una década ha publicado, como ediciones de autor, media docena de libros de poesía; últimamente, por lo que nos envía al correo se ocupa de escribir cuentos. Creo que sólo una o dos veces aspiró a estar en un Salón Nacional. La adversa "suerte" lo tornaron escéptico de los concursos. Por eso nos cogió de sorpresa el premio de La Casa Silva. Esta vez debió tener una fuerte corazonada por la certeza de haber escrito un buen poema, y de verdad lo es. La poesía filosófica que venía escribiendo, no era de muy buen recibo entre poetas corrientes, muchos de los cuales la atribuían al conocimiento más que a la sensibilidad. 


Este poema, Amor…, premiado por la Casa Silva, con el cual nos sorprende, es otra cosa, viene de su entraña profunda, como manifestación de la humana y contradictoria condición humana, en una confrontación con el  propio ser marcado por el terrible duelo entre la ilusión y la carencia. En este “giro copernicano” usa todas las herramientas estéticas que ha venido afilando en el ejercicio narrativo de una prosa de alto vuelo personal, impronta que antes  aplicaba a la línea, al color, a la plumilla y a la composición. El poema escrito sobre el amor está repleto de belleza en giros e imágenes del lenguaje que conmueven profundamente; escojo algunos para ilustrar esta nota: “…ahora mi barca vuela a recoger los truenos. Nadie será capaz de reconocer las manos que dieron flores.”    “….Estoy seguro, no caerá una caravana de abrazos; mis últimos amores fueron un vendaval de soledades; mis besos tuvieron el sabor de lo que falta.”  “…El amor es regio para acelerar los ríos…”  “…Se necesitan príncipes azules para despertar el corazón del día.”  “….amor en los lagos donde los rezos nacen; amor en los punteros acelerados de mi reloj.”  “…Escuchemos su parpadeo tras las ojivas eternas, el cielo saldará las cuentas incompletas.” “…si acaso hay caprichos, el amor les tira flores que se secan en el aire.”  “…el celo es el guardián del amor en los extremos de la desolación.” “..El amor es como el arco iris: siempre desaparece hasta el próximo aguacero.”  “ … Enamorarse es perder el nombre en una carta exiliada de sí misma.” “…Tiene su ángel el amor; a veces vuela entre los precipicios, ayuda a sobrevolar el crepúsculo,…”  “…Sin embargo, amarás; tendrás que hacer una coraza para resistir sus estallidos…” 


Rodrigo es una mezcla de esperanza y desesperanza. La primera es metafísica, algo parecido acaso a la “armonía eterna de las esferas”, la segunda es la de lo corruptible que corresponde a la existencia física o biológica del ser humano, como cárcel afortunada o desafortunada, de esa llama eterna que se  siente dentro de nosotros. Es decir, combina en la práctica el  escepticismo existencial con el optimismo metafísico.

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miércoles, 15 de octubre de 2014

Popayán. Manolo Gómez Narrador de sonatas


Su libro Bariz Naranza apareció en el año 2003. Texto de prosa poética realmente curioso, por la novedad estilística que desacomodaba en su lectura. Creo que nació, según datos del propio autor, de la moderna cuentería, por allá a mediados de los años 90s, de una colección de relatos magistralmente contados por su cuentero de cabecera Carlos Idrobo "El lobo", que al lado de otros consagraron el género en la Popayán de fines de siglo, género que se afianzó por la puesta en escena con rasgos teatrales, dramáticos y humorísticos; dicha fuerza no se perdió hasta el día de hoy, gracias a eventos frecuentes de colectivos como La Hermita Cuenta, Encuéntate Titotu, Rabo de Nube, entre otros, postas culturales que han asumido el papel con verdadero entusiasmo.

Volviendo a Bariz Naranza, ya el nombre es de por sí exótico, remitiéndonos a un universo de pura ficción. Su recepción en esos años de ferviente creación en Popayán, con la Generación Poética Posterremoto en pleno apogeo, tuvo alguna reserva, por su exotismo. En Macondo Libros y Tertulia, termómetro cultural de Popayán, se escucharon comentarios, unos cargados de sorpresa y otros de escepticismo; los primeros contenían una esperanza en la evolución del autor, tales como los de Felipe García Quintero y Giovanni Quessep, faros de la literatura local y nacional. Ese alumbramiento de Manolo lo definíamos, por nuestra parte, como barroco, por cierto alambicamiento de la prosa con matices anacrónicos, algo válido en las prácticas posmodernas de mezclar estilos. Tampoco estábamos preparados para su asimilación. Sin embargo, el transcurso de los años hizo buena tarea. Cuando volvimos a leer textos de Manolo, gracias a Facebook, nos sorprendió su evolución. Bariz Naranza aún pendía de la memoria, como ese objeto precioso dejado atrás que quisiéramos volver a leer, algo había allí para degustar, comenzando por la marca del extraño nombre. Nuestro nebuloso epíteto de barroco transmutó en ópera, también excesivo en la connotación, luego en sonata, con el cual finalmente nos hemos quedado, después de leer 1 Mito Misak, donde se alcanza plenamente la fluidez musical del lenguaje prosístico. No son gratuitas tales asociaciones metaliterarias si consideramos que los textos iniciales de Manolo fueron escritos para ser "recitados" o "cantados" en la cuentería, con efectos verbales, algo que nos recuerda el Sertón Veredas de Guimaraes Rosa, por lo de la música en el habla.

Observamos en la narración de Manolo dos tendencias estilísticas: la de Bariz Naranza, Río Mundo del destino y la de otro grupo de cuentos (El turbante que levita, los dedos de las alas, 1 Mito Misak). En los primeros, la poética se impone a la prosa; en los segundos la prosa intenta dominar a la poética, tornándose más diáfana en su propósito narrativo, aunque las imágenes poéticas se filtran de continuo, enriqueciendo el texto. No sabemos cómo va a resolver Manolo este dilema estilístico, que parecía resuelto en sus últimos escritos, ahora cuando precísamente ha sido premiado por la Universidad Javeriana uno de sus relatos (Río, Mundo, del destino) perteneciente a la primera tendencia narrativa, la de Bariz Naranza.

Concluimos diciendo que la promesa Manolo-Escritor es hoy una realización cumplida. Su talento se enfoca de forma cada vez más clara en el propósito de consolidar una obra literaria con temas y contenidos de buen acopio documental. Para su éxito final ha de rodearse, como todo escritor serio, de un equipo editorial que pueda complementar su creatividad con la precisión y el pulimiento del estilo, asunto que involucra además otras competencias lingüísticas, lo cual diferencia el papel del editor respecto al del impresor.
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martes, 14 de octubre de 2014

AHORA LEYENDO Y OYENDO A LOS AUTORES FAVORITOS EN SU IDIOMA ORIGINAL.
Gracias a dos estupendos programas, Calibre e Ibooks de apple. El primero nos permite transformar nuestros PDF(s) y DOC(s) a EPUB(s) (modelo digital de los libros electrónicos) con algunos ajustes de adaptación. El segundo es un lector de libros electrónicos casi único; tiene, además de brindar comodidad en la lectura mediante tres modos de fondo (blanco, sepia y noche), tomar notas, subrayar, etc., la particularidad de poder leer el texto en diversos idiomas, una vez activado en el Ipad la casilla "leer selección", sin tener que configurar idioma, ya que los reconoce de forma automática. Y aunque la voz sea digital es clara y aceptable. Estas propiedades lo hacen un programa maravilloso.
Con estas herramientas podremos componer nuestros propios textos, aprovechando los recursos que nos brinda internet, intercalando fragmentos de las versiones originales y las traducciones que nos interesan, para leerlos y escucharlos al mismo tiempo en varios idiomas.
Apple va por delante en la fonetización de textos. En Windows, aunque existen excelentes aplicaciones para convertir texto a voz y viceversa, con mucha aproximación a la voz natural, a través de la técnica loquendo, que mezcla voces humanas con la digital, sin embargo, que yo sepa, siempre se requiere configuración de idioma, a diferencia de la misma función en los sistemas O.S. de Apple.
Ya hemos comenzado a desplegar nuestra euforia idiomática en un texto trilingüe de Les mots et les choses, de Michel Foucault (Francés, español, inglés), uno de los pilares de la posmodernidad y del culturalismo contemporáneo.
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