lunes, 10 de noviembre de 2014


Mis comentarios:
 
1.- Es una frase válida para el sentido común, pero errónea desde el contexto histórico-filosófico; algo parecido a decir, por ejemplo, que E (Energía) no es igual a =mc2 (Fórmula de Einstein), sino que es igual a Chontaduro+Miel de Abeja+Borojó (Perdón por el barbarismo).

2.- Si claro. Hoy hay que repensar la filosofía a la luz del contexto contemporáneo. Pero carece de sentido desvirtuar planteamientos de mucho rigor para otra época, con condiciones históricas distintas. Newton no es mal físico porque su teoría la "superara" la Relatividad de Einsten. Estamos frente a épocas y mentalidades diferentes. Según Foucault conforman constelaciones homogéneas de pensamiento (Epistemes) con su propio centro de gravedad, suelo "arqueológico" sobre el cual pensamos. El problema lo sitúo en el planteamiento siguiente: a) Lo que ya pertenece a la historia ,b) lo que es actual, y c) lo que de la historia sigue afectando a la actualidad. En estos dos últimos puntos se halla la tarea del filósofo. En cuanto a la base de la occidentalización está más atrás, en los griegos y el producto final es la ciencia, la teconolgía y la democracia, que en teoría y posibilidades constituye el mejor mundo posible, con cabida, también, para todas las manifestaciones del pensamiento y la sensibilidad. La sola danza y el carnaval no bastan...

3.-  Para finalizar concluyo diciendo: de la misma manera como razona Spinoza se podría decir lo contrario: toda negación es una determinación. Estamos atrapados en la trampa del lenguaje. Sin duda la filosofía cartesiana es uno de los últimos enviones para fundamentar racionalmente la metafísica, y más precísamente la teología; con la consecuencia natural de un control sobre las pasiones. A Nietzsche le correspondió realizar el principal sacudón para volver a integrar los dos componentes de la naturaleza humana: lo apolíneo y lo dionisíaco ("Racionalidad" y Fiesta). Y a los empiristas les debemos también la tentativa de sacarnos del embeleco de las "ideas innatas", principio del racionalismo cartesiano, despojando la antropología filosófica de todo artificio "escolástico".
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Los que ha quedado de la cultura del libro impreso



Apenas un reducto comercial y académico y la costumbre  de  la publicación y presentación, en acto cultural, de libros personales, cada vez con menor respuesta social, con el perdón de los amigos autores que aún  mantienen  la fe intelectual y el optimismo del resarcimiento económico.

El libro impreso fue el vehículo principal de producción y reproducción de la cultura a partir de la invención de Gutenberg; era el lugar simbólico y universal del encuentro de la humanidad ilustrada de tradición occidental.

Tanto el libro como los conciertos de música clásica, el teatro y la homilía religiosa fueron espacios privilegiados de la cita social que cohesionaba la sociedad, además de la escuela, el colegio y la universidad, encargados de direccionar la sociedad. 

En este contexto se constituyó la denominada "ciudad letrada" que prevaleció hasta bien entrado el s. XX, bajo un cierto unanimismo cultural, el cual se fue fracturando poco a poco durante el transcurso de la modernidad, y prácticamente desapareció en la era posmoderna, marcada por el cambio de lo analógico a lo digital, como decir de la máquina de escribir al computador, de la cámara fotográfica de rollo a la digital o del libro impreso al libro electrónico (Ebook).

Durante esta novísima travesía la sociedad ha sobrellevado transformaciones radicales, con la dependencia individual del Computador, la Internet,  la Tablet, el Smartphone y las Redes Sociales. La sociedad no solo se masificó, sino que cada día se virtualiza más. Aunque los vínculos sociales se hayan ampliado en extensión son menos vinculantes; se podría decir que ha surgido una personalidad virtual no siempre congruente con el mundo real, pero poderosa y veloz en marcar tendencias sociales de masas. En otras palabras, la masificación virtual con el agregado del consumo es el envés de una sociedad fragmentada en sus vínculos colectivos, ya que los sujetos de esta sociedad son anónimos,  hasta cuando el suceso "extraordinario" los pone en el ojo del huracán publicitario.

La industria cultural del libro impreso fue una de las más poderosas empresas económicas, con engranajes laborales que multiplicaban la riqueza social; ella constituía una enorme cadena desde el autor, pasando por el editor y su séquito de colaboradores (lectores de oficio, correctores de pruebas, diagramadores e impresores) y los distribuidores, toda una organización de gerentes, subgerentes, secretarios y vendedores, encargados de poner el producto en las librerías y promoverlos a través ferias periódicas, donde además de los compradores se encontraban autores, editores y distribuidores, para negociar la exclusividad de la distribución. La era digital redujo esta poderosa máquina económica y cultural a una estructura minimalista o a empresas híbridas en servicios y componentes económicos.

Gracias a la reproducción digital se han reducido los inventarios a lo estrictamente necesario. Las librerías clásicas, con su librero tradicional,  también han llegado a su fin,  salvo raras excepciones. Ahora, la piratería se trasladó a internet, escaneando y subiendo afamadas obras a páginas web de descarga gratuita,  de donde se pueden bajar obras completas. Los autores de best seller,  al lado de editores y grandes distribuidores, han dejado de ser los reyes Midas de la cultura.

En la actualidad, si bien la producción de libros orientados a un mercado es tarea cada vez más exclusiva, de acuerdo con específicos intereses, de orden comercial y académico. Este esfuerzo tiene una retribución de cortísima duración. De tal modo que en el futuro las publicaciones de algún interés tendrían que correr por cuenta de instituciones o fundaciones  encargadas de subvencionar a los autores.

Sin embargo, para  un escritor recursivo queda la opción de la autoedición electrónica, mucho más asequible  que la autoedición impresa, en la cual debe pagar por la diagramación e impresión. En cambio en la edición digital basta tener el documento escrito en Word o Pdf  para convertirlo luego, a través de algún programa, de pago o gratuito, en Ebook (libro electrónico). Una vez hecho esto puede entregarlo a una distribuidora de red como Amazon.com. Así se vería cumplido el sueño de Autor, aunque los resultados económicos sean inciertos. 
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lunes, 3 de noviembre de 2014

Reconocimiento, anonimato y horizonte de expectativas


Gracias por las congratulaciones recibidas en el grado de Daniel Lasso Casas-Ilustrador. Estas ocasiones nos permiten medir la calidad de los afectos. Todavía somos sensibles al devenir individual y social, con todos los vaivenes de las acciones humanas, la vida, la enfermedad y la muerte. Cada obra social o conquista personal, pequeña o grande, son importantes. Al final, la suma es lo que cuenta.

Somos parte del 95% de los seres humanos que conforman el anonimato contemporáneo, signado por la amorfa masa y los ídolos publicitarios. Pocos pueden escapar a esta suerte. Aún en las pequeñas capitales experimentamos este estado de indiferenciación, porque la gente, acá también, se guía por referentes nacionales y globales construidos por los medios de comunicación. 

Ha desaparecido, casi en su totalidad, una de las características fundamentales de la cohesión social: el RECONOCIMIENTO (concepto filosófico y sociológico que todavía da vigencia al filósofo Hegel). El Reconocimiento constituía la forma de expresión normal y legítima en la construcción simbólica del tejido social. Esa necesidad, hoy día, se encamina por otras vías peligrosas como el escándalo y la violencia, que conducen a LA MUERTE COLECTIVA y al predominio de la SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO CON AUDIENCIAS ANÓNIMAS.

SEBASTIÁN AUGUSTO, nuestro tercer hijo, hace un año, nos dio una lección práctica de posmodernidad. Había quedado campeón en un torneo de tenis, y en otro, subcampeón. Como padre orgulloso le pregunté, si lo habían felicitado en el Colegio Guillermo Valencia. La respuesta fue categórica: “Papá. Eso a nadie le importa. Sólo a Ud., y a mí, por el premio”. Observamos aquí, de una parte, la desaparición de los referentes sociales como constructores de pertenencia social y, de otra, la reducción de los esfuerzos personales a la propia esfera individual. Clara lección para un cambio en el horizonte de expectativas.
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Grado de Daniel Lasso Casas - Ilustrador. UNICAUCA

Turno de graduarse para DANIEL ERNESTO LASSO CASAS, EN UNICAUCA, Programa de Diseño Gráfico, con MENCIÓN DE HONOR, compartida con su compañera MAYRA LÓPEZ POLO.
El grado de Daniel se podría decir que es triple: Académico, laboral y de Reconocimiento internacional.
Laboral porque gracias a su talento en ilustración y diseño de marcas, Internet, Skype, dominio del Inglés y también gracias a la página web de portafolios https://www.behance.net, donde está inscrito (https://www.behance.net/danielassocasas), ha comenzado a formar una buena clientela en el exterior.
El reconocimiento internacional se relaciona con el anterior Web site, que lo incluyó en una lista de 25 diseñadores talentosos (http://www.634creative.co.uk/25-inspirational-branding-projects/).






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