viernes, 3 de abril de 2015

La actual Administración del Señor Fuentes se ha pifiado hasta en el diseño de los nuevos andenes. El ancho es perfecto, pero no se aprovecha plenamente, porque La FRANJA ROJA, para uso especial de los invidentes no es cómoda para nadie, mucho menos para ellos. Tiene zanjas y relieves angostos donde se doblan los pies, causando inestabilidad e inseguridad al caminar, con el riesgo de dañar los tobillos.

 Esta obra, aunque bonita, constituye un retroceso a nuestra vieja Popayán de adoquines y alpargatas.

De seguro nadie la va a usar, quedará ociosa como un adorno inútil. Ojalá que nadie se vaya de bruces, ni sea cogido por los raudos buses de nuestro "transmilenio patojo".

En Pomona se aplicó la norma para invidentes con un criterio distinto. Se usaron estrías menudas, aunque plenamente perceptibles a través del bastón guía, y cómodas para los demás peatones.

En las fotos del álbum se aprecia como los peatones intentan eludir la áspera superficie roja.


En mi primer peregrinaje no encontré a ningún ciego (por fortuna parece que son pocos), para haber hecho el registro. Ya tendré la ocasión...





Ni modo. El niño va cogido de la mamá.


Esta pareja, en el siguiente fotograma prefiere bajarse a la calle. 










































Read More