domingo, 28 de junio de 2015

¿Por quienes luchan las Farc, a quiénes  defienden, qué modelo de País proponen, quién les cree, quién va a votar por ellos? Jamás superaron el cocepto de banda resentida y criminal, enemiga la sociedad, de la naturaleza y del derecho de gentes.

La guerrilla ha sido nuestro peor mal, con sus nefastos conceptos de odio, venganza y destrucción de los bienes públicos.

SUS "APORTES" :

1- Culpables  del crecimiento de las fuerzas militares hasta devorar la cuarta parte del presupuesto nacional. 2- Culpables de apoyo al narcotráfico. 3.- Culpables de la extensión  social de la seguridad privada y los guettos institucionales. 4- Culpables de causar desplazamiento forzado, y el consiguiente crecimiento de las zonas marginales y el comercio ambulante. 5- Culpables, también, del surgimiento del Paramilitarismo,  como su gemelo antagonista. 6- Culpables de la desvalorización del campo, como lugar de vida y de trabajo. 7- Culpables de dar  status a la delincuencia, complice de sus secuestros. 8- Culpables de haber destruido tanta riqueza, como para disminuir la pobreza en 4 o 5 puntos. 9- Culpables de secuestrar, tácitamente, a varias generaciones, que por miedo no conocen  lo mejor de la geografía de nuestros País. Y 10- Culpables,  finalmente, de aislar a Colombia del turismo mundial.

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lunes, 22 de junio de 2015


Antes del sismo de 1983, el Centro de Popayán era una mezcla armoniosa de vida residencial, arquitectura, cultura, educación, arte, literatura y ambiente estudiantil, con su prestigiosa universidad del Cauca a la cabeza.

La formación personal, en el sentido de cultura general, privilegiaba la historia, sin prescindir de la genealogía, como parte  del legado familiar, en cuyas ramas las familias encontraban su lugar; eran referentes fundamentales del presente y el porvenir , como argamasa aglutinante de la ciudad que le daba un fuerte sentido de pertenencia.

Esa sociedad payanesa,  suigeneris en el contexto nacional, impregnada de tradición, espíritu español y abolengo, fue sacudida en 1983 por el sismo telúrico que destruyó  los cimientos físicos, económicos, sociales, espirituales y culturales.  A pesar de que para entonces, ya había perdido el poder económico y político, no dejaba de poner Presidentes. Las herencias fueron diezmando, poco a poco, los grandes patrimonios, en una ciudad refractaria a la industria, por voluntad social y política. El desastre telúrico, sin duda, obligó a vender casas semidestruidas y lotes con escombros,  a gente más pujante y adinerada de otros lugares. Porque el payanés tradicional estaba poco acostumbrado al sacrificio, a la producción moderna y a la industria; en general conocían de haciendas, arrendamientos, usura, cargos burocráticos y cultura letrada. El terremoto y los posteriores cambios de la economía y la política (globalización, Constitución de1991) transformaron a la clase hidalga en una "nobleza" venida a menos, cuyo símbolo sobresaliente  es el Conde, personaje caricaturesco y enciclopedia anecdótica, quien  arrastra su soledad y la vejez desastrosa por las calles de la Ciudad, pero sin doblegar el orgullo de alcurnia y sus tesoros de la memoria.

En aquellos tiempos alcanzamos a vivir su mejor ambiente, como estudiantes foráneos, desde finales de la década  de los setenta(s), pleno siglo XX. Recordamos el sabor de ambiente griego de la facultad de Humanidades, cerca al Banco de la República, entonces sucursal del Banco Central, y también un aire pre-revolucionario en la Plazoleta de Santo Domingo, con oradores barbudos y Natali(s), o en el teatro Anarkos mientras el Cine club Universitario   proyectaba el Acorazado Potemkin (en su programación vimos  muchos hitos del cine, desde Chaplin hasta los vanguardistas) , o durante alguna representación teatral contra las dictaduras. Se podía  ir  de  smokin a una comida con velada en el exquisito Aljibe, de ambiente parisino, degustar un café  con música clásica, al lado de la Cámara de Comercio, en el parque Caldas. Podíamos visitar la Audioteca del musicólogo Flores; y los viernes ir al Cine club francés de Erve Janine. En algún bar un  payanés castizo, cosmopolita y popular, podía hacer las delicias cantando o bailando flamenco, después de una corrida de toros. Canciones españolas, como Granada, Valencia ..., eran himnos en las noches de bohemia. El Festival de Música Religiosa (música clásica) tenía una presencia central y dominante en la Ciudad, como evento cultural y social. La picaresca ocupaba lugar de privilegio en la vida cotidiana, con personajes de ingenio,  apodos y el exquisito calambur, retruécano popular humorístico y de crítica social.

Esa atmósfera se perdió para siempre en Popayán, en tan solo dos décadas. Curiosamente, Popayán era entonces una ciudad cosmopolita de mucho turismo internacional, y los payaneses se enorgullecían de sus viajes y sus matrimonios o enredos  con extranjeros. Era  muy conocido el dicho "todo el mundo es Popayan", para denotar ese espíritu aventurero. Tal condición universal hacía que el "patojo" fuera más tolerante con los foráneos  que se instalaban en la ciudad; al poco tiempo formaban parte de su conglomerado diverso; muy distinto a lo que hoy ocurre, en medio de una sociedad conflictiva y decadente.  

El ambiente que respiramos actualmente es de calles copadas de busetas, taxis, carros particulares, motos y cientos de "motoratones", un comercio popular intenso, dueño de calles y andenes, negocios de todo a mil, dos mil, tres mil, etc., una zona comercial que transgrede  la normatividad sobre fachadas y monumentos. El gigantesco y desordenado tráfico automotor nos obligará muy pronto a usar tapa bocas para proteger los pulmones. 

El parque Caldas, una de las joyas de la Ciudad, su pulmón vegetal  se transformó en plaza de mercado, lugar de feria, espectáculos, bebetas, consumo de marihuana, dormidero de indigentes y también sitio  de hacer las necesidades. Como  aspecto positivo, ahora convoca, en horas nocturnas, a las nuevas tendencias de la "alternatividad" social: practicantes de skateboarding, artistas de "gorra", ventas de mochileros, etc. Las noches hierven con todas estas manifestaciones culturales. Se ha constituído en polo opuesto al Norte de Campanario, hipermercado donde abunda  el lujo, la buena comida y bebidas costosas.

Muchos dirán que es preferible este ambiente popular, de intenso comercio, en todos los niveles, al arribista de ayer. Sin duda hay  justificaciones políticas en ello, además de explicaciones sociológicas. Visto desde otra perspectiva, consideramos como una catástrofe lo que ocurrió y sigue ocurriendo en Popayán, ciudad de características especiales, propicias al estudio, al turismo y al descanso.

Ahora estamos en un nuevo comienzo, algo abrupto,  como si toda la ciudad de pronto hubiera sido evacuada para ser poblada de nuevo por otras gentes  que desconocen  la tradición y el significado del entorno arquitectónico, a merced de instintos primarios y  necesidades básicas, donde los temas recurrentes son el clima, el trabajo, la política, la congestión, el stress, el desplazsmiento, etc. 

Una  consecuencia de todo ello es el desconocimiento generalizado de la ciudad como patrimonio cultural y económico (principal riqueza, de acuerdo con la Industria Cultural).

No sabemos cuánto tiempo será necesario  para el correcto enrrumbamiento. El finado Diego Castrillón, su último gran historiador, tenía fe, cuando nos dijo: "Popayán no morirá porque es la Ciudad eterna". Esto parecía  posible finalizando el siglo; fueron dos décadas de reconstrucción y optimismo. Luego se acentuaron el desplazamiento, la globalización (con la invasión china de los mercados, que dio trabajo en ventas a los desplazados, permitiendo lavar, también, capitales dudosos en las cadenas de comercios baratos). Finalmente, los hipermercados y, sobre todo la Internet, con las redes sociales, han constituído un quiebre del tiempo histórico, con la consiguiente desvalorización de los hábitos tradicionales, de la historia como paradigma, y su transformación en Industria cultural, asunto que todavía no hemos asimilado en el terruño payanés, porque para ello también se requiere tener una CULTURA.



Tráfico automotor a una cuadra del parque Caldas




Tráfico automotor a una cuadra del parque Caldas 2




 Obra de rectficación retrasada en un cruce de carrera y calle. Lleva más de un mes.




Parte arruinda del parque Caldas




Parte arruinda del parque Caldas 2



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Popayán. Cuadro bifronte

SOPORTE PARA "MI" CUADRO BIFRONTE (Anverso: Mujer Guitarra, de Hernández; Reverso: Mar en Popayán, de Lasso y las Polillas.
Resolví la manera de exhibirlo, a manera de escultura, de tal forma que se pueda ver por ambos lados.
En las fotos se muestra la solución y la manufactura.


Trabajando sobre la cuadrícula del piso, para establecer el centro de gravedad.


Ángulo sobre el cual descansará una de las esquinas del cuadro



Atornillado una de las tablillas con muesca que asegurará el cuadro lateralmente. 



Resultado final. Construìdo en madera dura (chanul). Quedó firme, para soportar un cuadro doble de 1.40 cm. por 80 cm., de doble marco y dos vídrios,  que protegerán la frágil lámina con los dos óleos



Mejoré el diseño del soporte;  los "alerones" de la X se veían algo aparatosos. QUEDÓ  MUCHO MEJOR. Juzguen Uds. por las fotos.







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miércoles, 10 de junio de 2015



                              

1. Juan Andrés Jaramillo Salazar

(New York)

Deseo aunarme a este canal de opiniones ya que me llego este nuevo y creativo cuadro de caminos apolillados y en reverso de una obra de Hernandez se amancillaron las criaturas creativas y te dejaron el espacio abierto de la ocurrencia y perplejo descubriste el vasto oceano pacifico llegar hasta las costas de Popayan, sera un presagio? o sera un designio a las clases politicas para que resuelvan y salven a nuestras costas, de una buena vez..creo que gente como camilo Arroyo le debe fascinar este improntu de polillas y de Lasso mancumunados en crear el abstracto de Hans Hoffman o la pintura goteante de Jackson Pollack, las asimetricas carreterasde las polillas, dejan entrever muy claramente que el arte no tiene duenos y es plenamente autonoma en el conjunto delirante del avance de ellas y el redescubrir apasionado del salvador del Hernandez como una apologia  at arte mismo. El futuro estetico esta asegurado en Popayan !

Rpta.: ¡Qué hermosa apreciación! Juan Andrés. Hiciste una apretada síntesis en la que uniste, como persona culta, lúcida   y universal, un montón de aspectos en torno a mi modesto atrevimiento estético, de quien jamás cogió un pincel para embriagarse con el color y las infinitas formas de la realidad y la imaginación. 

Efectivamente, resultó una obra sintomática: Popayán, el terremoto, la decadencia, el rechazo a los "foráneos", y las polillas, como animalillos apocalípticos que carcomen en el trópico nuestras construcciones de madera, los libros que no se visitan ,  el traje que esperó en vano la fiesta, el ajuar de las nupcias que ya no se usará, y en fin tantas cosas guardadas en cuya soledad habitan el polvo y esos seres invisibles que febrilmente trabajan en sus guaridas.

Víctor Paz se explayó en su novela, La eternidad y el olvido, en el tema del deterioro y el anacronismo, instalados en la médula de Popayán.

Lo que nos falta, como bien lo dices, es que el mar un día nos disuelva en su sal.

Gracias apreciado Juan por tus magníficas asociaciones.

2. Escritor Jaime Vejarano
jaimevejarano@yahoo.es
Mendaje de correo :

"Anécdota por demás interesante, admirado Omar, y especialmente por lo interesante de tu trabajo ayudado por las polillas.  Sí,  creo que es único en la historia del arte pictórico.   A quién más se le hubiera ocurrido?   Es justo divulgar esta obra por lo singular."

Rpta.: Gracias apreciado Jaime. Tienes razón. Hemos entrado en el campo de lo insólito. Un gran abrazo con profesa admiración.

3. Poeta Hilda Pardo
nadaldehi@gmail.com
Correo:

"Hola Omar: que bueno que tienes la capacidad de convertir anécdotas en textos interesantes.
Hilda"

Rpta.:
Gracias Hilda por tu lectura y las amables palabras. Un abrazo.

4. Profesor y Escritor D. Mendoza en posmacondolibros.blogspot.com):

"Ojo, caro amigo (a lo Julio E.)

Si te descuidas, tu casa puede ser devorada no por las hormigas de Cien años de soledad, sino por esos habitantes permanentes de tu hábitat: las polillas.
Bien está que le regales a Popayán un mar. A nadie se le había ocurrido, eso hace original a tu pintura. Saludos, Donaldo:

Rpta.: Gracias Donaldo. Ahora funjo de exterminador de polillas. He descubierto varias madrigueras. Tengo buen método para atacarlas y atrapar las nuevas generaciones en los focos de luz.

5. Pintor Rodrigo Valencia
rvq12@hotmail.com
Mensaje de Correo:

"Pues ciertamente es un hallazgo (!!!). Ha resultado una obra experimental convincente; la encuentro completa, con un estilo personal abstracto y una hermosa poesía de color plana. Buena distribución de los pigmentos; los colores se integran, lo mismo las formas. Un mar donde la geografía resultante delimita zonas saludables y líricas, con luminosidad afectuosa, que invita a la contemplación. Hay serenidad y pulcritud en la factura; hay sensaciones mesuradas, un mar en calma, la atmósfera ayuda.
¡Felicitaciones, Omar! "

Rpta.: Con cierta vergüenza por mi atrevimiento te doy las gracias, querido Maestro, por tu generosísimo concepto.

Rodrigo Valencia:
No, ninguna vergüenza. Te lo digo con toda sinceridad.
Un abrazo.

6. Profesor y escritor Donaldo Mendoza
donaldomendoza1953@hotmail.com
Mensaje de corrreo:

"Hola, gracias por el crédito.

No hay duda que el azar es un escaparate de asombros, aparte de guardar un pedazo de noche. Está tan bien logrado, que todo allí parece intencional.
A propósito, es una pena que con esa sensibilidad que tienes para valorar una obra de arte (plástica, literatura...) no lo hagas con más frecuencia. Saludos."

Rpta.: ¡Tantos años fuera de ruta, peliando conmigo, con el mundo, la propia afirmación y ejerciendo muchos oficios. Siempre derrotado. Sólo ahora, en la tercera edad, tengo algo de tiempo, libertad y la audacia que aún no he perdido. Espero que las fuerzas tampoco me fallen. Gracias por tus estimulantes palabras viejo cómplice de secretos.

7. Poeta Gloria Cepeda
cepedagloria@hotmail.es
Mesaje de correo:

"Gracias Omar, las polillas no desperdiciaron la oportunidad para hacerse a tan excelente compañía. Un saludo cordial, Gloria"

Rpta.: Gracias Glorita. Una palabra tuya es maná para el espíritu, tanto como tu poesía.

8. Pintor Gustavo Hernández (comentario en facebook):

"Estimado filosofo Lasso cada  dia me sorprende tu ilimitada capacidad recursiva al multiplicar como la Pesca Milagrosa la musical magia femenina , en el mar de  tu inventiva, Este cuadro fundamental en este periódo de exploración poética lo  realicé en Nombre de la Rosa como un tributo musical a la belleza de la mujer como mediadora instrumental de la inspiración divina y mefistofelica, Felicitaciones Dios te siga bendiciendo tu ateo talento de filosofo, poeta, cuentista y libre pensador de la divina creatividad del Arquitecto del Universo reflejada en las obras artísticas."

Rpta.: Apreciado Maestro y amigo. Pude haber resanado toda la superficie, rellenando las concavidades con madecril. Sin embargo, preferí dejar un testimonio de la labor que realizaron "a tus espaldas" esos animalillos casi invensibles del trópico , dispuestos a arruinar nuestras creaciones. Felicitaciones Gustavo, porque tu pintura (Mujer guitarra)  sobrevivió al desastre.

9. Escritor Manolo Gómez:

"Y el Bariz en ese mar y el Naranza en esos oleos. Macondo y su cueva de tesoros. Ali baba y sus cuarenta filósofos. "Iftah ya simsim". un abrazo sincero."

Rpta.: Excelente. En el horizonte de este mar se vislumbra tu Bariz Naranza. Los caminos de nuestro inconsciente compartido se juntan. Hay algo de ósmosis en nuestras ocurrencias artísticas. Bienvenida, Manolo, tu preciosa nota.

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lunes, 8 de junio de 2015

Mar en Popayán. Buena anécdota para contar

                             Mar en Popayán

Presentamos este colorido oleo de nuestra autoría, que nació de una experiencia una experiencia bastate singular.

Las polillas estaban devorando el valioso óleo de Gustavo Hernández (Mujer Guitarra). Al desmontarlo  descubrimos que habían consumido más del 60% de la capa intermedia del tríplex, debilitando la superficie del óleo, que pudo haberse quebrado mediante una leve presión. Con paciencia y  cuidado de relojero, y tomando todas las precauciones, desmantelamos las camadas de polillas, levantando íntegramente la capa exterior del tríplex, bajo  la cual hacían minga. Luego resanamos, curamos, aplicamos sellador y fortalecimos la base aplicando capas de colbón anti humedad.

Al contemplar la superficie resultante nos dimos cuenta que las polillas habían hecho un trabajo magnífico en forma de laberinto, puzle o mapa cartográfico. A partir de ahí era fácil imaginar una composición, en la que sólo había que poner color.

Entonces, compramos pinceles, óleos, trementina, aceite de linaza y aguarrás. Durante una semana, tras arduos ejercicios de ensayo-error, aprendimos a domeñar la mezcla de colores y  la técnica del óleo, una de cuyas virtudes es la comodidad que brinda para hacer correcciones. Así nació nuestra modesta obra Mar  en Popayán.

Como resultado nos quedó una pintura de dos caras (posiblemente única en su género), por un lado Mujer guitarra, de Gustavo Hernández, y por el reverso Mar en Popayán, de Omar Lasso E. y las Polillas.

Desde hace más de quince años atesoramos ese precioso óleo de Gustavo Hernández, reconocido pintor payanés, correspondiente a su primera tendencia erótico-musical, óleo sobre tríplex, combinación que no caza con el gusto de los cultores del arte que prefieren el uso del lienzo, por elegancia, durabilidad y portabilidad. 

No sabemos si esta alternatividad de Hernández en el uso de materiales, entre los cuales emplea, además, diversos tipos de papel y cartón, obedece a una filosofía estética de arte efímero, o es, simplemente, una elección económica. Tal ligereza en la escogencia del soporte de sus pinturas favoreció la proliferación cuantitativa de su obra, con frecuentes exposiciones que superan con creces a las de otros exponentes de la plástica local. Sin embargo, esa sobre-abundancia produjo efectos ambiguos; en primer lugar le  permitió  reafirmar un estilo, al que ha sido fiel, determinando su sello personal inconfundible; en segundo lugar, favoreció la difusión, con ventas a precios bajos, además de abaratar sus regalos prodigados por la cálida amistad, con buenos dividendos en las relaciones sociales; en tercer lugar, como aspecto negativo, afectó la calidad artística, por algunos descuidos en la forma, cierta  improvisación,  repetición o automatismo (también válidos en el arte contemporáneo, como abandono del conceptp tradicional de belleza). 

Sin embargo,  Gustavo Hernández pasará a la historia del arte en Popayán como uno de  los pintores con mayor identidad de estilo.

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