miércoles, 19 de diciembre de 2012


Archivo recuperado. 8 de octubre de 2012 
 
Diálogo con su interlocutor Donaldo Mendoza
"Donaldo: Hay dos clases de mística: la de los viejos, surgida a raíz de que se siente la Pelona más cerca. Y la de los convencidos, que nació con ellos y morirá con ellos. Este correo me confirma que soy del segundo grupo.
Pero estas pequeñas frases  --no son de Dios, por supuesto, sino de alguien que de algún modo se metió en el cerebro de Dios-- me asignan una inquietud acerca de algunas miembros de la comunidad ("la comunidad del anillo", el círculo cálido de quienes leemos las composiciones misteriosas de Rodrigo Valencia Q, la hermosa poesía  de tan  humana espiritualidad de Felipe Garcia Q, los poemas insustituibles de Gloria Cepeda V, los juicios estoicos de Donaldo Mendoza, los sorpresivos planteamientos de Omar Lasso E. y la lista ya un poco larga de los demás). Y la inquietud es ésta: a qué grupo pertenecen? Han mirado hacia adentro y han hallado más allá de las células un reino del que  quizá estamos expatriados? O piensan con sinceridad que el argumento de nuestra condición comienza en la piel y concluye en los meros  huesos? La poesía, estoy seguro, se aventura en estos intrincados laberintos, pero a mi me parece que ella aporta nada más visiones y no convicciones. Y una visión siempre campea en nuestra alma como un riesgo, porque puede ser fruto de alucinaciones y angustias. El poema en general es  el surtidor de algunas certezas que nos deleitan, pero su intrínseca naturaleza nos advierte que,  así lo haya parido una vigilia atormentada y lúcida, su ropaje luce siempre como una promesa de la verdad, y no como la verdad. Acaso la búsqueda sea la verdad misma. Abrazos para toda la comunidad," jce

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