jueves, 31 de octubre de 2013

Sin duda en ese artículo que invito a examinar (http://www.elpueblo.com.co/elnuevoliberal/guerra-foraneos-contra-payaneses/) hay una actitud soterrada de xenofobia, pariente cercana  del fascismo y la limpieza social. Procedo a hacer preguntas: 1- ¿Quiénes abandonaron el barco en la zozobra del terremoto? 2- ¿Qué han hecho por Popayán los congresistas payaneses casi "vitalicios", auténticos patojos? 3- ¿Quiénes han sido y quizá continúan siendo los dueños del 80 o 90 por ciento del Centro Histórico de Popayán, que hoy alquilan a tabernas contraviniendo el Plan de Ordenamiento Territorial o modifican fachadas, destruyen signos de patrimonio cultural o construyen edificios de envergadura violando reglas de conservación del patrimonio cultural? Payaneses, con el ejemplo del finado congresista Felipe Fabián Orozco, en plena zona de Museos y otro proyecto arquitectónico a fin de culminarse en el barrio La Pamba (también de payaneses). Durante los puentes, en inmediaciones de la  Alcaldía  y de una de las Curadurías, a la vista institucional, se abren muros y ponen ventanas sin que la autoridad intervenga (Lo hicieron hace poco: payaneses). Y los lotes de engorde en el Centro Histórico (ruinas del terremoto), de payaneses, poco a poco los han ido convirtiendo en improvisados y feos parqueaderos. Éste es su aporte más visible al "progreso de Popayán". Dos de los mayores "desfalcos" que se recodarán en la administración pública y bancaria ocurrieron en Gobernación y Banco Central Hipotecario, bajo dirección de payaneses. Tampoco olvidamos la tradiciona convicción en Popayán de que los patojos guardan su dinero en los bancos, quienes lo prestan a empresarios del Valle.  ¡Ojo! Además, la mayor parte de los gobernantes en Popayán han sido payaneses y caucanos,  a no ser que los caucanos, para el payanés Marco, sean "foráneos"; algo realmente verosímil en el imaginario de la arcadia payanesa a través de su nuevo corifeo, que por cierto carece de esos entronques genealógicos, como muchos otros payaneses llamados "rumbos", que manipulan su apellido de pacotilla para ganar ínfulas inmerecidas. Conozco una anécdota que me reservo como haz en la manga. Muchos de ellos cuando ejercen no hacen nada y cuando no ejercen se dedican a hacer el papel de críticos gratuitos.  

Marquito: en vez de apelar a actitudes voluntaristas del deber ser harías mejor en estudiar sociología, antropología, historia y psicología social para comprender los fenómenos de transformación de la Popayán actual, que sin duda nos duele a todos, porque aquí hubo un nicho cultural que se preservó vigoroso en el tiempo, el cual se ha ido desvaneciendo, no tanto por el papel que pudieran desempeñar patojos o foráneos, que los hubo todo el tiempo, sino por el CAMBIO DE ÉPOCA. La arcadia payanesa existió como algo precioso, aunque hermética para la inmensa mayoría; sin embargo, nos jalonaba con su lejana y magnífica grandeza.

El terremoto y la constitución de 1991 "expulsaron" progresivamente del nicho arcádico a los "amos", para que llegara el pueblo llano de los municipios caucanos y negociantes del menudeo impulsados por las abundantes y baratas mercancías asiáticas. También han llegado nariñenses, principalmente estudiantes que ganaron cupos con el intelecto en la Universidad del Cauca, institución pública nacional, sostenida por el Estado. No se conocen casos de desplazamiento nariñense hacia Popayán. El sector de artesanos y comerciantes del cuero en la carrera 4 y calle séptima ha estado allí por tres generaciones. Muchos profesionales foráneos se han casado con payanesas por décadas, formando familias altamente cualificadas; diría yo un verdadero regalo económico-social para la ciudad. Muchos comerciantes han traído capital. Sé también de innumerables pensionados que han traído el sueldo para beneficio de la economía local. Debes entender, Marco, que Popayán es un ciudad multiétnica y de población multigeográfica; ya no es la pequeña villa de Belalcázar, propiedad de menos de diez familias, con ejidos alrededor.

Cuando existía la arcadia payanesa, la cultura se fortalecía por vía de la tradición, además de la educación, la economía de excedentes  y la política pública que practicaba el altruismo. No se puede negar que era un asunto elitista de gran efectividad, pero con aspiraciones importantes que beneficiaban a la ciudad. El terremoto y la constitución de 1991 constituyen el umbral de las transformaciones contemporáneas de Popayán: LA GLOBALIZACIÓN, EL DESARROLLO INFORMÁTICO, EL INICIO DE INTERNET CON EL AUGE DE LAS REDES SOCIALES, LA TELEVISIÓN INTERNACIONAL Y EL CINE QUE NOS PUSO FRENTE AL HORROR EXTREMO CON TORTURA DEL CUERPO FÍSICO, POR EJEMPLO EN LA SERIE SAW. SOBREVINO LA TRANSFORMACIÓN DEL SER HUMANO EN OBJETO Y COSA MANIPULADA POR EL CONSUMO MASIVO, PARA LO CUAL SE HAN IDO DESMONTANDO LOS VALORES. EN FIN TODO ESTO ES PARTE DE LA LLAMADA POSTMODERNIDAD, QUE NO ES OTRA COSA QUE LA FILOSOFÍA DE LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA.

Si Marco se asomara a estos temas comprendería el sinsentido de su actitud de "nuevo hidalgo" que intenta poner orden, de manera sesgada, en la Villa de Belalcázar.

Anteriormente era sencillo el relevo cultural de generación en generación, casi espontáneo, hoy día a la luz de lo expuesto se requiere de un grandísimo esfuerzo, tanto en recursos humanos como económicos, liderados  por la administración pública en estrecho vínculo con fundaciones sociales y culturales. Estoy aludiendo a verdaderos macro proyectos de impacto social que involucren a gran parte de la población, dinamizándola en sus propuestas creativas.

ES PENOSO TENER QUE DECIR SOBRE POPAYÁN, CUNA DE TODA CLASE DE PRÓCERES Y GENTE DE PRESTIGIO, QUE, COMO CIUDAD, HOY DÍA NO SABEMOS DE DÓNDE VENIMOS, QUÉ HACEMOS Y PARA DÓNDE VAMOS. ES DECIR, HEMOS PERDIDO EL RUMBO Y CARECEMOS DE PROYECTO HISTÓRICO.

1 comentario:

  1. A Edgar Alberto Caicedo Cuellar, Antonio Maria Alarcon Reyna y Ana Magdalena Espinosa B les gusta esto.

    Omar Lasso Echavarría: Tuve "Macondo libros, arte y tertulia", por 18 años, en la Cra. 5 con Calle 3. Me casé con una valiosa mujer payanesa. Tuvimos tres hijos. Antes había trabajado en el hotel "Camino Real", donde me sorprendió el terremoto de 1983. Un mal día otra xenófoba como Marco, a quienes les disgusta el progreso ajeno, me dijo con odio inmerecido: "aparecido". Pocos valoraron públicamente mi trabajo, aunque mojé tinta en Lemonde (periódico parisino) y en un libro sobre pequeñas librerías culturales del mundo (Icí, la-bas... Lille, Francia, 2005) y arranqué frases elegiosas de intelectuales colombianos: García Mafla nombró a Macondo... "librería angélica". Lisandro Duque escribió: "En Macondo conocí a la genge que me hacía falta". En fin, el orgullo va por dentro, como historia digna de contarse. El final de Macondo ... es triste, tragado por la vorágine de Internet. Al cerrar Macondo perdí cerca de ciento cincuenta millones de pesos, en libros quedados y deudas de clientes. Ellos, los xenófobos, sin duda, se alegraron por ello.
    27 de agosto a la(s) 2:47 · Editado · Me gusta · 2
    Omar Lasso Echavarría Muchas veces también me siento desanimado, con los caminos cerrados, mirando si acaso hubiera otro horizonte renovador.

    Flor Fernandez: Para aquellos que no ven sino una pared, existe el bosque, y si no lo tienen a su estatura pueden subirse a la loma y saber que hay algo mas frente a nuestros ojos, Como podria haber xenofobio en un pueblo querido como Popayán, en donde quien conoce la historia sabe que todos o la mayoria en Suramerica por colocarlo en el marco latinoamericano somos hijos de buena o mala madre española. A leer historia para los xenofobos y ubicarse en el planeta tierra amiguitos. con afecto y sin fornteras mentales y respeto por el otro en la practica. flor

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