jueves, 31 de octubre de 2013

Popayán hoy. TESTIMONIOS DE UN “FORÁNEO PATOJO” EN POPAYÁN

HISTORIA DE “MACONDO LIBROS ARTE Y TERTULIA”. ENTREGA 1


                                                                                Atendiendo la sugerencia de JULIÁN BENÍTEZ OROZCO (GRUPO ECÓPOLIS Y EL ÁGORA VIRTUAL).


Pena me da que los sentimientos se crucen con la Movilización Agraria que también me toca por mi extracción campesina, con la infancia hundida en el barro de los caminos, allá en el Sur, en la huerta, sembrando el maíz bajo la guía de papá, quien preparaba cuidadosamente los surcos en hermoso cuadro geométrico. Armado de una vara en punta abría los hoyuelos donde yo depositaba la semilla, ataviado de sombrero y un pequeño machete con cubierta al cinto, primer regalo de nuestros campesinos a sus hijos para hacerlos sentir hombrecitos (a esa edad de duendesito mis críos  iban todavía, en Popayán, tres décadas más tarde, al preescolar moderno de pedagogía constructivista, Mundo Creativo). Mi madre paisa, del Jardín, Antioquia, modista, conquista del soldado en sus travesías del servicio militar, nos sacó de allá al hermoso pueblo de La Unión, tendido en la cordillera como un cometa luminoso, mediante tretas de actriz dramática, creo yo ahora, para vencer la férrea y estática voluntad de papá; talento que haría mío en las primeras picardías adolescentes y mucho después, transcurridos los años oscuros que siguieron a la inocencia, con dolorosos complejos  que arruinaron la despreocupada vida, persiguiéndome hasta la universidad. Por fin llegaron nuevas certezas y renació también la vena histriónica para poner alas al destino. A papá le hubiera gustado quedarse a morir allá, feliz en su campo feraz, de abundante agua, potreros y montañas, donde las cosechas eran una fiesta y cada nueva casa se inauguraba con  "madrinas" (adornos metálicos colgantes que se ponían a lo largo del alero y sonaban con el viento) y veladas musicales, comida, trago y baile. Eran frecuentes las tormentas colosales que recreaban el diluvio bíblico borrando  puentes y caminos entre fulminantes  rayos de impronta trágica sobre árboles familiares o en la tertulia nocturna alrededor del fogón de leña, hasta donde llegó alguna vez la culebrilla mortal calcinando a los presentes. Allí parecía estar bien Papá, extasiado, mirando el paisaje desde el corredor de tablas. Forjó un temperamento estoico, resignado, con la felicidad unida al sufrimiento que calla. La naturaleza balsámica borraba esas contingencias  renovándolo todo sin cesar.
NUESTRO CAMPESINO ES UN LARGO SILENCIO... (Germán Pabón Gómez dice, parodiando a Heidegger, que ahora le ha nacido el habla. Hermosa metáfora). Aún eran tiempos temidos, de bandoleros o “chusmeros”, así  los llamaban allá; palabra gravada con sangre en el recuerdo infantil por una matanza brutal de una pareja de ancianos próximos a nuestra amistad, con hacha, a lo Roskalnikov, para robarles el producido del café, en la vereda de El Sauce. Su criada logró sobrevivir para contarlo, arrastrándose con la carne abierta y huesos partidos  hacia los matorrales de escobilla.   Todavía permanecía  fresco el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial y se esperaba el fin del mundo, por la avanzada del comunismo y el ateísmo a través de Cuba y la Unión Soviética. Éste era el imaginario  en la mente ingenua, fantasiosa y católica de nuestros campesinos en Cusillo Alto, vereda de La Unión N., a unos 30 km. de la cabecera municipal. Allá quedó un pedazo de alma en esa placenta acogedora y misteriosa llena de vivencias indelebles: mi apodo campesino "hablantín" por ser  la mascota parlanchina de la familia,  las correrías por  caminos accidentados que daban inteligencia a los pies descalzos, el prematuro amor, escondido secretamente en el corazón asomándose al sublime y eterno femenino, el bosque virgen de árboles innombrados (mulatos, jiguas, morochillos, guarangos...), aves de variedad asombrosa (carpinteros, curillos, torcazas, gavilanes, chiguacas, águilas, gorriones..) y animales sorprendentes como el perezoso y las alertas ardillas, donde también tenía su lugar la música del  aserradero,  el callejón penumbroso, de tierra colorada, lugar de verdaderas odiseas  con bestias de carga durante el invierno, las romerías a lugares sagrados, Meca de los campesinos, la escuela con ciruelos y aleros enracimados de golondrinas, las cabalgatas que acompañaban  al Cura bajo arcos floridos hasta la escuela donde era recibido  con retreta y pólvora en medio de la vendimia rural. EL CAMPO ALGUNA VEZ FUE UN COSMOS DE UN "MEDIOEVO" TRANQUILO BAJO LA ÉGIDA DE UN ORDEN DIVINO. La razón moderna como "Mayoría de edad", según Kant, inevitable en el proceso evolutivo de la conciencia humana, trajo consigo disputas y competencias sin fin, en las que cada egoísmo guerrea con otros egoísmos. Aquellos principios del ser fueron remplazados por  reglas jurídicas que apenas tocan el Contrato, no el alma de los seres humanos. HE AHÍ NUESTRA PARADOJA MODERNA Y POSMODERNA.

2 comentarios:

  1. A Miguel Angel Bernal Echavarria, Stella Jimenez y a ti les gusta esto.
    Sofia Picon Omar hermoso relato, muy poético y sentido, felicitaciones.

    Omar Lasso Echavarría: Gracias poética Sofía. Iré poco a poco, editando y reeditando. "Macondo, libros, arte y tertulia" es una valiosa historia. Un proyecto de vida construido casi a partir de cero, con tesón, ahorro, honradez y gran imaginación, de principio a fin. Tenía reservado el tema para novelarlo, pero las cosas se han acelerado con este cuento de "guerra: foráneos contra patojos". Es el momento de comenzar, por algún lado. Y despejar dudas, también, porque al final hubo hechos trágicos, que dieron pie a versiones y conjeturas sesgadas, que la maledicencia guarda y difunde por secretos caminos, en esa habilidad infinita de moverse la conseja en voz baja a tus espaldas. No adelantaré nada para crear el suspenso a que todo escritor aspira.

    Omar Lasso Echavarría Agradecido por los motivantes comentarios en ECÓPOLIS Y EL ÁGORA VIRTUAL:
    Germán Pabón Gómez : La memoria de Omar, vivida, presen tizada en alegorías y mitos que inquietan a cualquier creador, y en cada párrafo advertimos el inicio de un nuevo relato, de relatos múltiples, donde la memoria vibra, vibra y emociona

    Omar Lasso Echavarría: Estimado Germán Iré poco a poco, editando y reeditando. "Macondo, libros, arte y tertulia" es una valiosa historia. Un proyecto de vida construido casi a partir de cero, con tesón, ahorro, honradez y gran imaginación, de principio a fin.

    Fernando Alvarez Sabogal: MACONDO UN SITIO DE POPAYAN INOLVIDABLE

    Fernando Alvarez Sabogal: MACONDO UN LUGAR UBICADO EN ELALMA DE LOS PAYANESES

    Germán Pabón Gómez: La creación narrativa te espera con sus mundo nuevos, ponte las sandalias y recorre el camino, recórrelo entero, paso a paso sin mirar al arco, sin pensar en la flecha ni en el arquero ni en el blanco, así se escribe y así escriben los maestros del Zen en el arte del tiro al arco

    Julián Benítez Orozco: Como diría el gran "apostol de la independencia" de la latinoamericana y caribeña, Cuba, José Julián Martí Pérez (La Habana, Cuba, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, Cuba, 19 de mayo de 1895) " Saber leer es saber andar, saber escribir es saber ascender" CONTINUARÁ.

    Julián Benítez Orozco: Y a fe que Omar asciende involucrando en su vuelo hacia esas magnificas e imponentes montañas a sus lectores que, casi que en extasis, vuelven a contemplar los cañaduzales, los potreros y al mesoamericano MAIZ que enhiesto vigila junto a la casa de bahareque y tierra pisada. CONTINUARÁ.

    Camilo Arroyo A: esa es la gente linda que engrandece a nuestra amada Popayán,no solo los que nacemos aquí.

    Omar Lasso Echavarría A mi edad de duendesito, en la vereda de Cusillo Alto, con sombrero y machete de cubierta al cinto, mis hijitos iban todavía, tres décadas después en Popayán, al preescolar moderno, Mundo Creativo, de pedagogía constructivista.

    Sofia Picon Te mereces muchos éxitos.

    Paloma Muñoz hermoso

    Luis Guillermo Cèspedes: Omar en esta epoca de gran fervor social es bueno encontrar un gran fervor literario.

    Miguel Angel Bernal Echavarria: sencillamente emocionante. Primero envidio tu talento y segundo te felicito lo guardare como un tesoro. Mi tía desde allá en su eterno descanso estará de gozo mostrando su orgullo y mi madre anhelando que éste su hijo pudiera hacer lo mismo para unirse a la fiesta. Lastima que yo no tenga ese talento, pero creo que tu lo haras muy bien por todas las personas que formamos tu familia, mi familia. Gracias

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  2. Alvaro Jesús Urbano Rojas: Me gusta la descripción pictórica y sociológica en el manejo de tu texto que rememora la vida de nuestros padres que fueron campesino y labraron nuestro futuro construyendo el país desde la ruralidad, para luego en busca de futuro familiar, poblar las ciudades y desplegar un nuevo concepto de urbanismo social, con las pasiones, amores y malquerencias propias de los seres humanos.

    Jaime Vejarano Varona: Qué bien conservar el orgullo del orígen campesino. Hay quienes lo esconden como si fuera un INRI. Es muy honroso y digno el haber nacido, criado y luchado en nuestra tierras

    Omar Lasso Echavarría: Estimado Jaime, gran valor humano e intelectual de "nuestra" Popayán: Nada valioso y consistente se puede construir sobre una identidad porosa. Con identidad hay obras, resultado de convicciones; sin una identidad sólida caemos en las apariencias, defendiendo falsas "verdades", que sólo se sostienen entre los ingenuos.

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