¡Cómo añoran algunas mujeres de esta época un "amor de verdad"!,
sinónimo de sentimientos profundos y felicidad. Esto es "moderno", me
parece, como "metarrelato" o proyecto de larga duración. Se trata de
mujeres con un pie en la modernidad y otra en la posmodernidad. El otro
día leí una queja sobre lo característico de las relaciones de pareja en
esta época: se hablaba de mucho sexo y poco amor. Estuve tentado a
responder con un exabrupto (en plena posmodernidad), repudiado por
feministas y seductores de ocasión, pero verosímil comparado con el
mundo del arte, el cual vale por la exclusividad, por el original
firmado. Creo que ese mismo criterio aplica también a las parejas, en
especial al "matrimonio con virginidad" (repito... ¡exabrupto!). ¿Acaso
éste no fue, durante siglos, el secreto de la duración, más el
Sacramento, que ponía el sello al vínculo sagrado? ¿Mi pregunta: ¿qué
podría remplazar hoy a estos fundamentos desapararecidos? ¿qué otro
valor los podría sustituir, además de relaciones cordiales y buenos
sueldos?... Sigo pensando en lo de ¡exabrupto! ante la "igualdad de
sexos". Sin embargo, A ESA DESAPARICIÓN (?) DEL MITO DE LA VIRGINIDAD
LE DEBEMOS, EN PARTE, LA ATENUACIÓN DE LOS CELOS (porque uno podría
razonar de este modo: si no fui el primero ni el segundo ni el
tercero... ¡Qué más da!, entonces la ruptura se tornaría algo light;
aunque paradógicamente, por esa misma fragilidad, los comportamientos
serían más prudentes... Así que TENDREMOS QUE CONFORMARNOS CON
RELACIONES AMABLES EN MEDIO DE LO PASAJERO Y COYUNTURAL, construyendo,
de valer la pena, la duración ...
viernes, 22 de agosto de 2014
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