(Foto de Glenda Galan, Revist cultural Dominicana en Miami)
Sagrado objeto de escritores. Frente a ella
podría oler su espíritu y la presencia de las "musas". Artefacto que
soportó al "genio", en desaforada imaginación, convulsas tristezas y
alegrías, desconciertos y asombros. Sus teclas albergan sonatas,
sinfonías, intrigas, dramas y conjeturas, del hermano íntimo que
murmura en la soledad, ese DOBLE nuestro, maravilloso, libre y desnudo.
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