martes, 18 de marzo de 2014

El Morro ha estado allí desde la fundación, igualito. El tamaño de la ciudad, por supuesto hoy es más grande, como montonera. Se han construido edificios residenciales, muchos, pero sin aportes a la arquitectura de calidad. Exceptuando, en mi modo de ver, el Hotel San Martín, donde se aprecia una propuesta original, que preserva elementos característicos del estilo neocolonial moderno, enriquecido con amplios balcones y terrazas, y el uso del color en la fachada como parte del diseño, a manera de una obra de arte. Sigue la pauta marcada por la reconstrucción de Popayán, sobre todo en edificios gubernamentales y en la construcción del edificio César Negret de la Lotería del Cauca (predominio de formas cuadradas, profusión de pequeñas ventanas que cumplen una función decorativa, destacable en el conjunto arquitectónico, uso del vidrio polarizado y altura moderada). Del resto, sólo se ven "nuevos cajones, uno encima de otro, "arrumaos" en completa monotonía. Lo mejor para Popayán ha sido Campanario, supermercado moderno con una buena muestra de marcas originales para vestir, que contribuye positivamente a mejorar el gusto y la "autoestima". Aunque no todos los productos estén al alcance de cualquier payanés medio; sin embargo compensa su atractivo a los ojos. LO DEMÁS PERTENECE A LOS "CIEN AÑOS DE SOLEDAD". Aquí no ha llegado la Modernidad Política, racional y eficiente, tampoco se ha formado una opinión pública culta e independiente, LA CIUDADANÍA COMO VALOR SOCIAL NO EXISTE. La política es negocio de CLIENTELAS y sus voceros en la Administración Pública carecen de una REPRESENTACIÓN AMPLIA Y PROGRESISTA de la ciudad. Somos una Ciudad caótica, desordenada, con muchísimos Acuerdos incumplidos del Consejo Municipal, sin carta de navegación hacia el futuro (PORQUE EL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL ES LETRA MUERTA). Nuestra ciudad, tristemente se sostiene por inercia; si no ha caído del todo en el abandono es por el peso de su Historia que nos alecciona cada día a través del rastro en su antigua arquitectura; asi nos podemos decir: "AQUÍ HUBO ALGO" que sus actuales protagonistas no emulan. En fin, hoy tenemos un ciudad proclive a las ALCALDADAS.

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