miércoles, 19 de marzo de 2014

Consideraba a Santos como una especie de colchón propicio para resolver los problemas de polarización de nuestra sociedad. Alguien tolerante, de vocación pacifista. Con su actual decisión echa por tierra lo que había avanzado. Ahora ¿quién le va a creer? Se devela su concepto de PAZ como "pax romana" (el sometimiento incondicional). LA DECISIÓN QUE TOMÓ NO ES HISTÓRICA, ES TOTALMENTE SUMISA AL ESTABLECIMIENTO TRADICIONAL. Se nos fue de las manos la oportunidad de avanzar por el camino más corto. EL RESENTIMIENTO SOCIAL TENDRÁ SU COSTO. Todo por anteponer unas ambiciones personales de reeelección a los altos intereses de un país que se desangra en todas las formas de violencia. Sin duda se lo cobrarán en las mesas de negociación de los Movimientos sociales.

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