Se paralizarían importantes obras que están en marcha, aunque de modo forzoso (media Popayán esta con chambas). Entendible además, tratándose de la intervención casi total del alcantarillado en sectores neurálgicos y la adaptación de las vías, con pavimentación incluida, para el nuevo Transporte Integrado.
Sobra decir, que ES LA OBRA MÁS GIGANTESCA DE INFRAESTRUCTURA QUE SE HA EMPRENDIDO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, importantísima, además, para mejorar el desagüé, evitar malos olores y filtraciones que aumentan la humedad. De tal modo que el beneficio es colectivo e individual. Desafortunadamente obras de esta naturaleza son impopulares, teniendo en cuenta que las ciudades hoy día viven en función del Parque Automotor.
Tal vez, la única “irresponsabilidad” que se pueda imputar al Sr. Alcalde, sea pretender hacer tamaña obra en sólo tres años, sin contar con muchos recursos, sin una logística apropiada, con pocas empresas contratistas, escasa maquinaria, reducido número de obreros y contra un severo adversario: el tiempo lluvioso, característico de Popayán.
Por ahora, la tarea urgente es tapar temporalmente los huecos (obra que ya ha comenzado). Así haya que volver a remover después las calles para poner la capa asfáltica.
Por supuesto, el Sr. Alcalde necesita asesoría experta, vigilancia de los entes de control y presión ciudadana para que lleve a feliz término su encomiable propósito, respecto a una ciudad atrasadísima en obras de infraestructura. ¿Se han preguntado Uds. qué antigüedad puede tener el alcantarillado? Posiblemente 60, 70, u 80 años, no lo sé.
De tal suerte que carece de sentido emprender una revocatoria, costosa y dispendiosa, sólo para resolver una incomodidad temporal, imprevisión fácil de corregir. Además, ¿acaso nuestro pueblo sabe elegir, para mejorar el supuesto candidato? y ¿cuánto tiempo se tomaría ese “salvador” para re-planificar las obras? y ¿quién le va a dar el dinero para sus ejecutorias y para cancelar las posibles demandas de contratistas?
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