jueves, 27 de febrero de 2014

Departamento del Cauca regiones. Termales de Coconuno















COCONUCO (CAUCA). AGRADABLE TERMAL CERCA A UN PUEBLO FEO, POBRE Y TRISTE; PATRIA CHICA DE UNO DE LOS SENADORES MÁS ANTIGUOS Y PODEROSOS DEL CONGRESO: JESUS IGNACIO GARCÍA.


El pueblo como una lágrima sucia se derrama en un territorio bello, puro, virginal, cuya hermana la nieve lo besa constantemente. Esa naturaleza vigorosa ahora parece revelarse desde el fondo del subsuelo; tiene una larga herida a lo largo de la carretera que traslada a sus pobladores y turistas de Popayán a Coconuco. Da miedo aventurarse por esos lares en invierno, temor de quedar sepultado bajo un gigantesco alud de tierra roja (sangre de este hermoso suelo caucano). A lado y lado de la vía, yacen los peñascos desprendidos de lo alto, yendo a parar a quebradas y riachuelos, cuyos estragos, hace escasos dos meses, causaron una impresionante avalancha del río Molino, arrastrando árboles de tamaño inverosímil que llegaron hasta Popayán, por donde cruza el río, erigiéndose en nuestro “SENA” que embellece a la ciudad entre puentes , arbustos y añosos árboles. Esta vez la avalancha inundó la galería Bolívar y algunos barrios periféricos.

Volviendo a Coconuco, en esta época preelectoral, vimos vallas de los políticos, resaltando la de Jesús Ignacio García, atravesada en la única calle donde todo se revuelve, los comederos, las cantinas, los puestos improvisados de venta de ropa y cacharro, entre algo de gris cemento y tierra. NO HAY PROGRESO DE NINGUNA CLASE. Ni siquiera se nota el pavimento, quizá tapado por el barro. También hay señales de abandono en el trayecto del caserío (porque ni siquiera Coconuco alcanza la categoría de pueblo) a las instalaciones del termal; es una vía destapada con mucho desnivel, no apta para todos los carros.

En cambio, el lugar del termal sorprende por su organización, amplitud y limpieza; la administración del cabildo es eficiente. Ya adentro uno se dice: ¡esto es otra cosa! donde se puede disfrutar de comienzo a fin, en la piscina, en la ducha natural , ante un soberbio paisaje. La oferta alimentaria es regular. Las cabañas son aceptables; pero el ruido infernal de un estadero destartalado, a mitad de construcción, no invita a quedarse.

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