LOS REMEDIOS DE LAS IZQUIERDAS SON PEORES QUE LA ENFERMEDAD. No
integran las sociedades, sino que las polarizan, imponiendo un estado de
guerra entre “buenos” y “malos”, “camaradas” y “fascistas”, “colonia” e
“imperialismo”; ven al “enemigo “ en todas, padecen del delirio de
persecución permanente, imponen un estado de vigilancia
total por medio de sus propios ciudadanos (“camaradas”). Al final
arruinan la sociedad y la economía, postrando a sus países en la escasez
y el atraso, que administran mediante el “racionamiento” milimétrico.
Se llega a unas condiciones sociales y económicas peores que las que se
combatieron; entonces, quedan los uniformes de charreteras postizas, el
culto a la personalidad del líder y el discurso, vacío y repetitivo
hasta la saciedad. Atribuyen todos los males al “imperialismo”, enemigo
sin el cual no puede existir, por lo que deben alimentarlo y
construirlo constantemente.
En otras época sus métodos daban resultado y las dictaduras se mantenían de forma semejante a cualquier otra de derecha, porque ella es su hermana gemela, el anverso de la moneda. Hoy ya no; el mundo y la economía cambiaron, adquirieron un ritmo extraordinario, con la sociedad mundialmente comunicada;, las causas locales se vuelven globales, encuentran eco, acompañamiento y apoyo en la comunidad internacional.
LA ALTA COMPETENCIA ECONÓMICA, CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA HAN DEJADO COMPLÉTAMENTE RESAGADOS A LOS MODELOS CONSERVADORES, REPRESIVOS, ANTICUADOS EN SU ORGANIZACIÓN ESTATAL, CONCULCADORES DE LAS LIBERTADES, PATERNALISTAS EN GRADO SUMO, A LA MANERA DE JUAN SIN MIEDO QUE ROBABA PARA REPARTIR ENTRE LOS POBRES, posiblemente arruinando la fuente de donde mana el agua, como ocurre con la inseguridad, destructora de empresa. Las economías eficientes funcionan de otra manera: estimulan la inversión, la producción, la educación de calidad, la investigación, la ciencia, la producción tecnológica, crean infraestructura macroestrucutural, para que los ciudadanos se ocupen del resto, de lo micro, que sumado constituye la verdadera riqueza de un país, Y ATIENDEN A LOS SECTORES VULNERABLES, para echarles una mano, a través del emprendimiento.
Examinados los hechos, parece no existir otra alternativa mejor para el progreso de los pueblos que la Democracia “Liberal”, inspirada en el pluralismo, la igualdad de oportunidades, la justicia social y el equilibrio de poderes. En teoría, la mejor solución posible (dentro del relativismo como fundamento filosófico-político que se impone a la naturaleza humana y sus obras, tal la sociedad, por ejemplo) respecto a la organización político-social ha sido encontrada por el Constitucionalismo contemporáneo, inserto en las diferentes constituciones nacionales de orientación democrática. La tarea de los Estados es hacer factible tales principios en la vida social, política, económica, cultural, educativa y científico-técnica, en la medida de su posibilidades, porque el bienestar y el progreso son una construcción social.
En otras época sus métodos daban resultado y las dictaduras se mantenían de forma semejante a cualquier otra de derecha, porque ella es su hermana gemela, el anverso de la moneda. Hoy ya no; el mundo y la economía cambiaron, adquirieron un ritmo extraordinario, con la sociedad mundialmente comunicada;, las causas locales se vuelven globales, encuentran eco, acompañamiento y apoyo en la comunidad internacional.
LA ALTA COMPETENCIA ECONÓMICA, CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA HAN DEJADO COMPLÉTAMENTE RESAGADOS A LOS MODELOS CONSERVADORES, REPRESIVOS, ANTICUADOS EN SU ORGANIZACIÓN ESTATAL, CONCULCADORES DE LAS LIBERTADES, PATERNALISTAS EN GRADO SUMO, A LA MANERA DE JUAN SIN MIEDO QUE ROBABA PARA REPARTIR ENTRE LOS POBRES, posiblemente arruinando la fuente de donde mana el agua, como ocurre con la inseguridad, destructora de empresa. Las economías eficientes funcionan de otra manera: estimulan la inversión, la producción, la educación de calidad, la investigación, la ciencia, la producción tecnológica, crean infraestructura macroestrucutural, para que los ciudadanos se ocupen del resto, de lo micro, que sumado constituye la verdadera riqueza de un país, Y ATIENDEN A LOS SECTORES VULNERABLES, para echarles una mano, a través del emprendimiento.
Examinados los hechos, parece no existir otra alternativa mejor para el progreso de los pueblos que la Democracia “Liberal”, inspirada en el pluralismo, la igualdad de oportunidades, la justicia social y el equilibrio de poderes. En teoría, la mejor solución posible (dentro del relativismo como fundamento filosófico-político que se impone a la naturaleza humana y sus obras, tal la sociedad, por ejemplo) respecto a la organización político-social ha sido encontrada por el Constitucionalismo contemporáneo, inserto en las diferentes constituciones nacionales de orientación democrática. La tarea de los Estados es hacer factible tales principios en la vida social, política, económica, cultural, educativa y científico-técnica, en la medida de su posibilidades, porque el bienestar y el progreso son una construcción social.
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