(Archivo recuperado de mi blog POPAYAN NUEVA ÉPOCA)
El sábado 31 de marzo del año en curso acudimos al llamado de Doña
Lila López, la dinámica líder del barrio San Camilo, para llevar a
cabo la limpieza de la Capilla, emblema arquitectónico ubicado en el
barrio San Camilo, contiguo a Villamarista, que durante años de abandono
acumuló polvo y humedad, resistiendo el azote de inviernos y veranos
que se ensañararon a través de sus desvensijados ventanales.
Lila López aguardaba a la tropilla de voluntarios con el utillaje
indispensable para la tarea: desde escobas, trapeadores, valdes,
trapos, despolvadores armados con ropa vieja y largas pértigas, hasta
palendras y carretas para el acarreo de escombros. Allá nos encontramos
con un grupo de Auxiliares Bachilleres de la policía, procedentes de
Villa Rica, y varios adolescentes del Grupo Juvenil de Apoyo
Comunitario de la Policía (GRACO), desplazados en misión de
colaboración por el Señor Subcomisario Luis Enrique Molano Cruz, bajo la
dirección del Señor Patrullero Romel López, por disposición del
Coronel Ricardo Augusto Alarcón, Comandante de la Policía Cauca.
Esta vez la colaboración ciudadana fue modesta, pero efectiva;
confiamos en una mayor participación en próximas convocatorias y cuando
despeguen los proyectos de beneficio comunitario. En cambio, el
colectivo que lidera la UGU de San Camilo estuvo allí completo y
compacto en su accionar: Lila López, Juan Diego Córdoba, Gustavo
Cortázar, Alejandro Luna Fals, Víctor Daniel Jiménez, Diego Bravo
Montilla, Yamile Concha Ruiz, Clara Rodríguez Mera, la familia
López-Bedoya, Libardo Ante Suárez, Víctor Hugo Muñoz (Presidente de la
Junta de Acción Comunal), Guillermo Erazo (Vicepresidente de la Junta
de Acción Comunal), Leonardo Zúñiga (Miembro de la J.A.C.); además de
la activa participación de los señores: Diego Sánchez (Gestor
Cultural), Don Gerardo Rojas (Jefe de mantenimiento del Seguro Social) y
las señoras: Claudia Lorena Campo, Gloria Delgado (Aseadoras del
Seguro Social) y los vigilantes al servicio de esa entidad, con la
colaboración de la Directora del Seguro Social, Dra. María del Socorro
Terán Mosquera, quien ayudó a coordinar el evento y autorizó los
refrigerios, la comandante del CAI de Benito Juárez Sargento Magdalena
Valverde y el Subintendente Fernández de la Oficina de la Policía
Comunitaria, quienes prestaron las patrullas de la Policía para el
transporte de materiales. La lista de colabadores es alarga: Los
hermanos Bazantes, Jaime Muñoz Aristizábal, Sara Hurtado, hermana e
hijas, María Mireya Bastidas Ofelia Sánchez y su hija. Obreros de la
Universidad del Cauca prestaron algunas herramientas, igual que la
Comunidad Marista con Don Gustavo Botero. Amparo de Zuñiga y otros
vecinos animaron con palabras de aliento esta cruzada. Las empresas Maderas y Machimbres del Huila y Maderas Los Gavilanes
donaron el aserrín y las varas para los desempolvadores. Finalmente,
con el perdón de algún olvido, la Tesorera de la Junta Comunal colaboró
en la compra de los tapabocas y las estopas para el aserrín.
POR PEQUEÑOS QUE HAYAN SIDO LOS SERVICIOS PRESTADOS EL
COLECTIVO DE LA UGU DE SAN CAMILO LO AGRADECE EN ALTA CONSIDERACIÓN,
TRATÁNDOSE DE SEMILLAS DE GENEROSIDAD, QUE UNA VEZ SEMBRADAS GERMINARÁN
CON ABUNDANCIA, CONTAGIANDO DE ALTRUISMO A LOS VECINOS DE SAN CAMILO Y
OTROS SECTORES DE POPAYÁN.
La apertura de la Capilla despertó curiosidad en lugareños y
extraños, asombrados por su magnificencia. Unos descubrían algo nuevo,
otros se reencontraban con lejanos recuerdos de vivencias religiosas.
También tuvimos la presencia de algunos comunicadores y gestores
culturales de la Universidad del Cauca, que dialogaron y tomaron notas
de la reliquia. Por primera vez esta joya arquitectónica fue
fotografiada con modernas cámaras digitales, que exploraron detalles y
ángulos de interés. Este nuevo ícono de la ciudad de Popayán renace a
la romería de turistas que lo visitarán de continuo en el futuro. Su
recuperación para la Comunidad de San Camilo y de Popayán está en manos
de la UGU (Unidad de Gestión Urbanística) de San Camilo, a través de
la poderosa herramienta nacional del PEMP ( Plan Especial de Manejo y
Protección del Sector Histórico), el cual da poder a las comunidades
para gestionar su patrimonio cultural en beneficio de la colectividad,
con apoyo del Estado, el Ministerio de Cultura y varios organismos
internacioles, enmarcado en el moderno concepto de Industria Cultural,
nodo en torno al cual se integra la comunidad en su totalidad, no sólo
desde el punto de vista contemplativo, sino también económico y
social. Es una manera distinta de ver y gestionar la cultura en función
del progreso y bienestar integral de los habitantes, mediante una
gama diversa de proyectos vinculados o relacionados con el patrimonio
cultural. En este novedoso punto de vista radica la importancia de lo
cultural, como medio de proyección de las actividades materiales,
espirituales, artísticas e intelectuales de las comunidades para el
beneficio colectivo. A través de dichas actividades se fortalecen
antiguos valores y se gestan otros nuevos, enriqueciendo la diversidad
de sentidos de vida.
Culminada la labor de aseo, los líderes de la UGU, especialistas en
el PEMP, desplegaron sus explicaciones sobre pliegues de papel adosados
a la pared del atrio del coro, y sobre el piso extendieron grandes
mapas de la ciudad. ¡Su trabajo va en serio y es bienvenido! Esperamos
el apoyo de la comunidad y la corresponsabilidad de las instituciones
estatales, en orden a los mandatos establecidos en el PEMP, instancia
legal que ampara el esfuerzo de la ciudadanía en torno a estos fines.
Una urgencia quedó manifiesta: la concesusión de por lo menos 150
metros de plástico grueso de invernadero, barillas y alambre para
cubrir la zona de los ventanales. Ojalá, por ahora, algún benefactor
acoja esta solicitud y nos sorprenda con su generosidad. La comunidad
de San Camilo y Popayán se lo agradecerá.
Nota de beneplácito: Una vez disuelto el grupo de
trabajo, al final de la jornada, mientras algunos compañeros departían
un café, por invitación de la familia López-Bedoya, la señora Lila
López se topó en casa de un vecino, por casualidad, con el Señor
Gobernador, Dr. Temístocles Ortega. La señora Lila con sus habilidades
sociales características en ella terminó envolviendo al Sr. Gobernador
en su tema de todos los días, el proyecto sociocultural de San Camilo
en torno al edificio Villamarista y la Capilla neogótica Nuestra Señora
de la Merced. Lo maravilloso del encuentro fue que dicho diálogo,
gracias al don de gentes de nuestro Gobernador, culminó en el interior
del Claustro y su Capilla, ante la cual el Dr. Temístocles Ortega
evidenció su asombro, formulando pregunta tras pregunta, que nuestros
compañeros Gustavo Cortázar y Alejandro Luna Fals respondían con su
acostumbrada competencia. Dicen que el Sr. Gobernador avanzó hasta el
altar y exclamó: ¡Esto es una joya! Nuestros amigos de la UGU lo
pusieron al tanto del PEMP (Plan Especial para la Conservación y
Mantenimiento del Patrimonio Histórico) y de las gestiones ya
adelantadas con la comunidad de San Camilo, como experiencia piloto. El
Sr. Gobernador, conocedor también de esta herramienta administrativa,
manifestó su interés en el proyecto sociocultural a cargo del colectivo
de San Camilo y ofreció el acompañamiento de la Gobernación, habiendo
dado ya algunos pasos en esta dirección, a través del auspicio del
diplomado sobre el patrimonio histórico recientemente dictado por dicha
institución.
El feliz y casual encuentro con la máxima autoridad de nuestro
Departamento fue el broche de oro que cerró la minga de limpieza de la
Capilla neogótica Nuestra Señora de la Merced.
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