sábado, 18 de junio de 2016

Respuesta a un correo de Diego Jaramillo Salgado

Texto de 19 de enero de 2016

Intento pensar por mi mismo. Me cansé de los "maestros" que me enseñaron planteamientos trillados de segunda mano, que repetían como  padrenuestros. Sólo vivían para pavonearse  ante los estudiantes. ¡Cómo iban a crear tradición académica de algo!

Y me harté, también,  de divertirlos y fiarles en Macondo Libros y Tertulia.

En esto de los discursos hay mucho dogmatismo de escuela, de academia, de alineamiento ideológico per se, y por tanto de predicación en busca de una "JUSTICIA DIVINA", que solamente está en la imaginación. Reelea lo que nos puso de tarea: El elogio de la dificultad, de Zuleta.

Los marerialistas y marxistas de hoy son los malos hegelianos del s. XVIII y XIX. Porque al menos Hegel se limitó a  hacer  una lectura teleológica  de la historia. Los sucesores de Marx se inventaron otra teleología,  para imponerla por medio de la Praxis, forzando la naturaleza de las cosas, practicando otra forma de racionalidad más perversa.

Lo peor es que a pesar del contundente fracaso de dos siglos, aún siguen incendiando el mundo. No les  bastó la tragedia rusa de Stalin, ni la tragedia china de la revolución cultural, ni Vietam, ni Corea, ni la miseria cubana de la revolución, ni lo de Chile, ni lo de Argentina, ni la tradedia de las guerrillas colombianas, ni el desastre venezolano, ni los enredos de Petro, EN ESE AFÁN DE DEMONIZARLO TODO.

Hoy dudamos, a la luz de Fukuyama y de los avances de la democracia contemporánea con la incorporación de los Derechos Fundamentales, sobre QUIÉN FUE EL IDEALISTA, SI HEGEL O MARX.

La historia de la izquierda y sus movimientos revolucionarios sólo son un recuento de víctimas, fracasos y aumento de la miseria social.

NOTA:

En mi correo los temas específicos eran: la crítica sindicalista y cambiar un activo ( parte de Isagén) por otro activo, socialmente más beneficioso:  las carreteras 4g.

 Diego, como todo izquierdista fundamentalista, por el discurso que se jaló, hace de un asunto particular (Isagén - carreteras) un tópico de TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO, la instauración de un paraíso ilusorio, con "igualdad", "justicia", "paz" y otras mermeladas. Cuánta falte hace estudiar sobre la condición humana.

También incurre, como casi toda la izquierda,  en  calificativos macartistas:  conservador, uribista, neoliberal, ultraconservador, COMO SI LAS CIRCUNSTACIAS COMPLEJAS SE PUDIERAN DESPACHAR CON UNOS CUANTOS VOCABLOS.

TAMBIÉN LE RECOMIENDO LEER A MORIN: Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. (¡Ojo! Le habla el arlequín y comerciante que ellos "formaron", no el Doctor como él que ha recorrido toda la escala académica).

A la izquierda revolucionaria,  jamás le ha interesado ese 90% de pobres, excepto como carne de cañón. Fueron siempre los ladrillos y la sangre para nutrir a los vampiros de la burocracia en el poder, los nuevos amos quitalibertades.  Sucedió en Rusia, en Cuba, en las Farc de terratenientes y también en Venezuela.

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