domingo, 5 de julio de 2015

Ante el abandono de la Filosofía de la Ilustración (basada en la preeminencia de la Razón), a la cual se atribuyeron las dos guerras mundiales, COMO SI ALGUNA FILOSOFÍA PUDIERA EVITAR, SOLO ELLA,  LA GUERRA, y ante la crisis del Marxismo (debido al fracaso de los socialismos realmente existentes), las CIENCIAS HUMANAS, anteriormente  influenciadas por aquellas grandes corrientes del pensamiento (conocidas con el nombre de Modernidad), actualmente REVIVIFICARON SU DISCURSO DE IZQUIERDA A TRAVÉS DE LOS ESTUDIOS CULTURALES CON UN FUERTE CONTENIDO POLÍTICO ANTICOLONIALISTA. Sinónimo todo ello de "alternativismo", indigenismo, agrarismo, "Bolivarismo",  economía artesanal y  panteismo de la Pacha Mama.

Lo paradójico de esta nueva tendencia es que ella nos hunde aún más en el subdesarrollo, reforzando aquello que combaten, el neocolonialismo, el cual sigue entrando a través del consumo, alimenticio y tecnológico, de Internet y la televisión internacional.

Este "purismo culturalista" ni siquiera favorece al turismo (considerado como una de las manifestaciones neocolonialistas), ni a las Industrias Culturales propias, sospechosas de mercantilismo globalizante; tampoco a la integración porque conlleva un énfasis  xenofóbico, fenómeno conocido como "balcanización", por lo ocurrido en la región de los Balcanes, hace menos de un lustro.

Entre las consecuencias más graves del Subdesarrollo, en esta época, están: la pobreza, la delincuencia generalizada, el narcotráfico, la politiquería y la corrupción.

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